La materia pendiente quedó como tal. No llegó al examen.
Por si algún día se me ocurre insistir sobre un tema que no parece interesar a nadie —la gestión de archivos personales— dejaré algunos post viejos publicados.
Algunos términos quedaron en el olvido; ya no se habla de nativos digitales ni de sabiduría digital, ambos acuñados por Marc Prensky. Sucede que el desarrollo de las redes sociales llevó a que tanto los nativos como los inmigrantes digitales se convirtieran en su gran mayoría en meros consumidores de contenidos. Y observé que no les interesa buscar una forma de archivar o clasificar algún documento, artículo de prensa o imagen que pudiera servirles más adelante.
Tal vez la gestión de información «pasó de ser una práctica singular a una práctica sin lugar», como dijo Milán de la poesía, en épocas de la pandemia global.
Pero esto no tiene ninguna importancia. Sí importa que cada día más jóvenes elijan el lenguaje de la programación y aprovechen las herramientas de aprendizaje que el sistema educativo uruguayo les ofrece. Y que ya en la primaria se trabaje actualmente en Pensamiento Computacional con niños de entre 10 y 12 años. Vamos por el buen camino.
Ahora este blog pasa a otra etapa de futuro incierto. Llegó el COVID-19 y usaré este espacio para publicar algo que surja del confinamiento, sin pretensiones de enseñar nada.